O SENSEI


El Aikido fue desarrollado por Morihei Ueshiba, nació el 14 de diciembre de 1883, en la ciudad de Wakayama, Tanabe, provincia de Kii, una provincia sureña del Japón. Fue un extraordinario practicante de artes marciales, un maestro de la espada, la vara de la lanza y del arte del Ju-jutsu. En la primavera de 1925, Morihei conoció a un oficial naval maestro de Kendo (Lucha con Katana, Sable Samurai), que le pidió ser su alumno, al conversar notaron tener puntos de desacuerdo lo que caldeo los ánimos, y se estableció un duelo, Morihei acepto el reto del oficial.

El maestro en el arte del Kendo, atacando, se abalanzo sobre Morihei con su arma, esgrimiendo sus mejores golpes, Morihei presintió donde recibir el ataque, se anticipo a todos sus movimientos, se adelanto al golpe, cortando el avance del rival y entrando a su vez hacia el centro del cuerpo del oponente, a quien derriba sin causar ningún tipo de daño físico; con esto evidencia su neta superioridad ante el adversario, el maestro de Kendo cayó exhausto sin lograr tocarlo, y que opta por retirarse vencido. Inmediatamente después de este encuentro, Morihei se fue a lavar al poso y secando su cuerpo, comprende que no fue algo físico lo que hizo derribar a su rival. Y experimento una completa serenidad de cuerpo y de espíritu.

Era algo profundo; Morihei Ueshiba comenta de aquella sensación: "Cielo y tierra vibraron ante mí" y de repente se vio bañado de una luz dorada que descendía del cielo. Era una experiencia única para él, una revelación, y se sintió renacer, "De la tierra brotó una nube de polvo de oro que envolvió mi cuerpo, transformándome en oro sólido, y en ese preciso instante me pareció estar en el aire".

En ese momento supo que el universo y él mismo, formaban una misma unidad, y llegó a entender, uno por uno, los principios filosóficos en los que se basa hoy en día el Aikido. "Comprendí entonces el lenguaje de los pájaros y de la naturaleza, y tuve una clara conciencia del pensamiento de Dios, El creador del universo." Comprendió que la raíz del arte marcial es el amor de Dios y el amor a los semejantes. "En ese momento me brotó una lágrima de felicidad".

"Por esto el arte marcial no es lastimar con fuerza a un semejante, o con armas, sino que por el contrario es el amor hacia él mismo, no es derrotar al mundo con guerras, sino construir un mundo mejor".

La experiencia que se menciona le ocurrió un día de primavera de 1925, cuando el maestro contaba 42 años. Así menciona el Aiki (principio de unión, armonía) a raíz de las experiencias vividas.

"Los que desean aprender Aikido deben abrir sus mentes... y recordar: Ganar significa vencer a la mente, en la discordia que hay dentro de uno mismo."

Morihei Ueshiba.